1. Negación
  2. Ira o enfado
  3. Negociación (búsqueda de solución)
  4. Depresión
  5. Adaptación (que no olvido)

Verónica Burgos, Coordinadora Asistencial en el área de salud y bienestar de International SOS y Psicóloga
clínica, nos da una serie de pautas para adaptar el duelo a esta nueva situación:

Expresión y apoyo emocional: el no contacto impide fluir las emociones en ambas direcciones, utiliza el lenguaje como vía alternativa. Si no es posible, utiliza la vía telefónica o videoconferencia. Dedica tiempo a leer el Libro destinado a la expresión por escrito del pésame, que facilitan los tanatorios en formato virtual.

Despedirse: escribe una breve carta a tu ser querido o háblale mentalmente o en voz alta. La pérdida deja asuntos pendientes, así que procura finalizar despidiéndote y visualiza un momento reconfortante. Más adelante, cuando todo esto pase, acude al cementerio y realiza actos en su honor.

No culpabilices, es una sensación muy habitual, sea cual sea la causa o forma del fallecimiento, nadie es responsable. Si no has podido acudir se debe a un acto de generosidad y responsabilidad de cuidado a los demás.

Comparte la experiencia: con personas que han pasado por la misma situación.

Consulta con un especialista: vía telefónica, chat, videoconferencia y finaliza el proceso de duelo. Si es urgente y las medidas vigentes en el momento lo permiten, plantéate acudir a consulta de un profesional.

Date tiempo: poco a poco vuelve a tu rutina, buena alimentación, deporte, duerme las horas recomendadas y socialízate. El compromiso con el día a día hará que las emociones negativas disminuyan de intensidad.